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jueves, 26 de noviembre de 2015

ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA


Jesús Eucaristía



¡ Jesús Eucaristía!
¡ Tú eres mi Dios y mi todo!
Y por eso en estos momentos quiero
profundizar en esta trascendental
verdad.

¡ Jesús Eucaristía!
¡ Tú eres mi Dios y mi todo!
Sé que muchas cosas me sobran
y quiero prescindir libremente de ellas
pero de tí, es absolutamente imposible
que yo pueda abstenerme... porque
Tu eres el Señor de mi vida, el dueño
absoluto de mis aspiraciones y demás
sentimientos, el ideal y la razón cabal
de toda mi existencia.

¡ Jesús Eucaristía!
¡ Tú eres mi Dios y mi todo!
Háblame en lo más profundo de mi ser.
Revélame tu amor y tu misterio.
Comunícame tu luz y tu verdad suprema
hazme experimentar viva y poderosamente
que Tú solamente tú. 
eres lo único  necesario en mi vida.

¡ Jesús Eucaristía!
¡ Tú eres mi Dios y mi todo!
Tú eres el motivo de mi contemplación,
el anhelo constante de todos mis
pensamientos, la meta de todas mis
acciones, el objetivo de todas mis
aspiraciones.

¡ Jesús Eucaristía!
¡ Tú eres mi Dios y mi todo!
Que la creación te glorifique,
los volcanes proclamen tu poder,
la tempestad tu omnipotencia,
los ríos y las praderas tu suavidad
y armonía, los cielos y los espacios
canten tu excelsa gloria.

¡ Jesús Eucaristía!
¡ Tú eres mi Dios y mi todo!
Amén.

jueves, 29 de octubre de 2015

ORACIÓN AL AMOR DE LOS AMORES, JESÚS SACRAMENTADO


AL AMOR DE LOS AMORES JESÚS SACRAMENTADO
ORACIÓN DE SANTA TERESA DE LISIEUX




Sagrario del Altar el nido de tus más tiernos y regalados amores. Amor me pides, Dios mío, y amor me das; tu amor es amor de cielo, y el mío, amor mezclado de tierra y cielo; el tuyo es infinito y purísimo; el mío, imperfecto y limitado. Sea yo, Jesús mío, desde hoy, todo para Ti, como Tú los eres para mi. Que te ame yo siempre, como te amaron los Apóstoles; y mis labios besen tus benditos pies, como los besó la Magdalena convertida. Mira y escucha los extravíos de mi corazón arrepentido, como escuchaste a Zaqueo y a la Samaritana. Déjame reclinar mi cabeza en tu sagrado pecho como a tu discípulo amado San Juan. Deseo vivir contigo, porque eres vida y amor.

Por sólo tus amores, Jesús, mi bien amado, en Ti mi vida puse, mi gloria y porvenir. Y ya que para el mundo soy una flor marchita, no tengo más anhelo que, amándote, morir.

jueves, 15 de octubre de 2015

CITAS BÍBLICAS PARA ORAR FRENTE A JESÚS EUCARISTÍA



CITAS BÍBLICAS PARA ORAR FRENTE 
A JESÚS EUCARISTÍA



" Yo soy la vid;
Vosotros los sarmientos.
El que permanece en mi y yo en él,
Ese da mucho fruto;
Porque separados de mi no podéis hacer nada."
Jn 15,5

"En verdad, en verdad os digo:
si no coméis la carne del Hijo del hombre,
y no bebéis su sangre,
no tenéis vida en vosotros."
Jn 5,53

"y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mi; 
la vida que vivo al presente en la carne, 
la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó
y se entrego a sí mismo por mí."
Gal 2,20

"Porque donde esté vuestro tesoro, 
allí estará también vuestro corazón."
Lc 12,34

"Yo soy el pan de la vida.
Vuestros padres comieron el maná en el desierto 
Y murieron; éste es el pan que baja del cielo,
para que quien lo coma no muera.
Yo soy el pan vivo, bajado del cielo.
Si uno come de este pan, vivirá para siempre;
y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por 
la vida del mundo…."Si no coméis la carne 
del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre,
no tenéis vida en vosotros.

"El que come mi carne y bebe mi sangre,
tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el ultimo día.
Porque mi carne es verdadera comida 
y mi sangre verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre,
permanece en Mí, Y yo en él".

"Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado
y yo vivo por el Padre, también el que me coma
vivirá por mí". Jn 6, 48-57

"Mientras estaban comiendo, tomo Jesús pan 
y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos dijo:
"Tomad, comed, éste es mi cuerpo."
Tomo luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: 
"bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, 
que es derramada por muchos para el perdón de los pecados".
Mt 26, 26-28

"Hagan esto en memoria mía".
Lc 22,19

miércoles, 7 de octubre de 2015

ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO


ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO


Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombre estás noche y día en este sacramento, lleno de piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo a cuantos vienen a visitarte: creo que estás presente en el sacramento del altar. Te adoro desde el abismo de mi nada y te doy gracias por todas las mercedes que me has hecho, y especialmente por haberte dado tu mismo en este sacramento, por haberme concedido por mi abogada a tu amantísima Madre y haberme llamado a visitarte en este iglesia.

Adoro ahora a tu Santísimo corazón y deseo adorarlo por tres fines: el primero, en acción de gracias por este insigne beneficio; en segundo lugar, para resarcirte de todas las injurias que recibes de tus enemigos en este sacramento; y finalmente, deseando adorarte con esta visita en todos los lugares de la tierra donde estás sacramentado con menos culto y abandono.

Amén

miércoles, 30 de septiembre de 2015

LA HORA EUCARÍSTICA


La Hora Eucarística
Especial sobre la Adoración Eucarística


Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net 




La Iglesia siempre ha recomendado vivamente a sus fieles dedicar un tiempo a la adoración eucarística, pues agrada a Dios y la misma trae frutos inefables para el alma.

Presentamos una manera de hacerla:

Oración inicial (estando todos arrodillados frente al sagrario):

Jesucristo, aquí nos tienes reunidos a tu lado, nos sentimos tristes por el dolor que nuestros pecados y los pecados de los hombres te han causado. Dígnate purificar nuestros corazones. Ven y quédate con nosotros. Enséñanos la verdad de tu Evangelio y la misión de nuestra vida, a fin de que unidos a Ti por la gracia santificante, podamos agradarte en todo y ser apóstoles eficaces de tu Reino entre los hombres.

Después se lee un pasaje del Evangelio poniéndose todos de pie y se hace una pequeña reflexión acerca del mismo.
Al terminar la reflexión, se rezan de rodillas las siguientes invocaciones:

Señor, creemos en tí. (tres veces)
Señor, esperamos en ti.
Señor, te amamos.
Señor, te adoramos.
Señor, te damos gracias.
Jesucristo, creemos que eres el Hijo de Dios vivo.
Jesucristo, creemos que eres el Salvador de los hombres
Jesucristo, creemos que vendrás de nuevo a juzgar a vivos y muertos.
Jesucristo, confiamos en Ti porque eres el buen pastor que me llama por mi nombre.
Jesucristo, confiamos en Ti porque eres el amigo que da su vida por sus amigos.
Jesucristo, confiamos en Ti porque eres la luz que ilumina nuestro camino.
Jesucristo, te amamos porque nos has amado Tú primero.
Jesucristo, te amamos porque nos has hecho hijos de Dios.
Jesucristo, te amamos porque te has quedado con nosotros en el sagrario

En seguida se hacen las peticiones:

Por el misterio de tu encarnación, sálvanos Señor.
Por tu nacimiento, sálvanos Señor.
Por tu Pasión y muerte, sálvanos Señor.
Por tu Resurrección, sálvanos Señor.
En el día del juicio, sálvanos Señor.

Por nuestros padres, hijos y hermanos, te rogamos Señor.
Por nuestros amigos, te rogamos Señor.
Por nuestros enemigos, te rogamos Señor.
Por los que sufren, te rogamos Señor.
Por los que no creen, te rogamos Señor.
Por los sacerdotes, te rogamos Señor.
Por el Papa, te rogamos Señor.
Porque seamos fieles testigos tuyos, te rogamos Señor.

Se termina la hora eucarística con la siguiente oración:

Padre Celestial, al invocar a tu Hijo, modelo de nuestra vida, te pedimos nos concedas conocerlo y entenderlo cada día más para que podamos vivir como fieles discípulos suyos.
Por Cristo Nuestro Señor,

Amén.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

ACTOS DE SÚPLICA A JESÚS EUCARISTÍA


ACTOS DE SÚPLICA A JESÚS EUCARISTÍA 


Te ruego, Jesús mío, que no me dejes, porque me perderé.
Que persevere siempre en tu amor.
Que estés siempre conmigo, sobre todo cuando esté en peligro de pecar, y en la hora de mi muerte.
Que no permitas que jamás me aparte de Ti.
Que sepa padecer con resignación por Ti.
Que no me preocupe sino de amarte.
Que ame también a mis prójimos.
Que ame mucho a los pecadores.
Que ame mucho a los pobres y a los enfermos.
Que ame mucho a las almas del Purgatorio. Que saque muchas almas del Purgatorio con mis obras, que te las ofrezco a este fin.
Que ampares a tu Iglesia.

Al romano Pontífice, tu Vicario visible en la tierra.
A los Prelados y a los Sacerdotes.
A los Religiosos y Religiosas.
A los que mandan en tu nombre.
A los que gobiernan nuestra nación
A nuestra querida patria.
A mis amados parientes y allegados.

Que pagues a mis bienhechores
Que favorezcas a los que ruegan por mí.
Que bendigas a los que me miren con indiferencia y no me quieran.
Que trabaje mucho por Ti hasta la muerte.
Que me concedas una muerte santa.
Que diga al morir: ¡Jesús, Jesús, Jesús!
Que me lleves al cielo cuando muera.

Amén.

jueves, 30 de julio de 2015

ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA


ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA
Autor: Santa Teresa de Liseux


Sagrario del Altar el nido de tus más tiernos y regalados amores. Amor me pides, Dios mío, y amor me das; tu amor es amor de cielo, y el mío, amor mezclado de tierra y cielo; el tuyo es infinito y purísimo; el mío, imperfecto y limitado. Sea yo, Jesús mío, desde hoy, todo para Ti, como Tú los eres para mi. Que te ame yo siempre, como te amaron los Apóstoles; y mis labios besen tus benditos pies, como los besó la Magdalena convertida. Mira y escucha los extravíos de mi corazón arrepentido, como escuchaste a Zaqueo y a la Samaritana. Déjame reclinar mi cabeza en tu sagrado pecho como a tu discípulo amado San Juan. Deseo vivir contigo, porque eres vida y amor.

Por sólo tus amores, Jesús, mi bien amado, en Ti mi vida puse, mi gloria y porvenir. Y ya que para el mundo soy una flor marchita, no tengo más anhelo que, amándote, morir.

Amén.

miércoles, 15 de julio de 2015

ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA

Oración a Jesús Eucaristía



Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte.

Al juzgar de ti se equivocan la vista, el tacto, el gusto, pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios; nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.

En la Cruz se escondía solo la Divinidad, pero aquí se esconde la humanidad; sin embargo, creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió el ladrón arrepentido.

No veo las llagas como las vio Tomás, pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en ti, que en ti espere y que te ame.

¡Memorial de la muerte del Señor!

Pan vivo que da la vida al hombre: concede a mi alma que de ti viva, y que siempre saboree tu dulzura.

Señor Jesús, Pelícano bueno: límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero.

Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria.

Amén.

jueves, 9 de julio de 2015

ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO

Oración a Jesús Sacramentado


Oh, amado Jesús.
Ayúdame a esparcir Tu fragancia
por donde quiera que vaya.
Inunda mi alma con Tu Espíritu y Vida.
Penetra y posee todo mi ser tan completamente, que mi vida entera sea un resplandor de la Tuya.
Brilla a través de mi y permanece tan dentro de mi, que cada alma con que me encuentre pueda sentir Tu presencia en la mía.
¡Permite que no me vean a mi sino solamente a Jesús!
Quédate conmigo y empezaré a resplandecer como Tú, a brillar
tanto que pueda ser una luz para los demás. La luz oh, Jesús, vendrá toda de Ti, nada de ella será mía;
serás Tú quien resplandezca
sobre los demás a través de mi.
Brillando sobre quienes me rodean,
permíteme alabarte como mas te gusta.
Permíteme predicarte sin predicar,
no con palabras sino a través de mi ejemplo,
a través de la fuerza atractiva,
de la influencia armoniosa de todo lo que haga,
de la inefable plenitud del amor
que existe en mi corazón por Ti.
Amen.

jueves, 18 de junio de 2015

¿CÓMO HACER UNA ACCIÓN DE GRACIAS DESPUÉS DE COMULGAR?


¿Cómo hacer una acción de gracias después de comulgar?
La Eucaristía es un tesoro inestimable; no sólo su celebración, sino también estar ante ella fuera de la Misa, nos da la posibilidad de llegar al manantial mismo de la gracia
Fuente: http://www.buenanueva.net


Cada cual ora después de recibir a Cristo en la Eucaristía de la manera como le inspira el Espíritu Santo. Sea cual fuere la forma de oración, es conveniente el recogimiento al regresar de comulgar, para atender debidamente a Aquél que nos habita, Dios mismo, Rey y Señor de Cielo y Tierra.

Algunas sugerencias de cómo puedes iniciar la Acción de gracias después de comulgar


1. Adoración a la Santísima Trinidad:

       Jesús es el Hijo de Dios hecho Hombre. Tan unidos estamos a Cristo después de comulgar, que podemos hacer nuestros los actos que su santísima humanidad tributa al Padre, en unión del Espíritu Santo.

       Así, Cristo se convierte en nuestra acción de gracias (nuestra Eucaristía). El es Quien suple todas nuestras deficiencias, sana todas nuestras enfermedades, remedia todas nuestras flaquezas.

       Aprovechar este momento de presencia de Jesús en nuestro corazón para adorar al Padre, por medio de su Hijo en unión con el Espíritu Santo es una manera de dar gracias a Dios.

2. Guardar silencio y escuchar la voz del Señor:

       Algunos preferirán hacer como María, la hermana de Marta y Lázaro: escuchar atentamente lo que El quiera decirnos. Son momentos en que suele el Señor iluminar nuestro entendimiento para decirle lo que desea de nosotros y avivar nuestra voluntad para que lo realicemos.

       Es un buen momento para que oigamos a Dios y le dejemos moldear nuestra alma de acuerdo a su Voluntad.

3. Meditar la Palabra de Dios:

       Puede decirse algún Salmo favorito:

El Señor es mi Pastor, nada me falta,
en verdes praderas me hace reposar,
me conduce hasta fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.

Aunque pase por valles oscuros, nada temo,
tu vara y tu cayado me dan seguridad.
(Salmo 23)

       O leerse pausadamente o repasar de memoria, meditando, por ejemplo, algunas de las palabras de Jesús en la Ultima Cena:

LA ULTIMA CENA
(Resumen de las palabras de Jesús en la Ultima Cena)
(Jn. 13-17)

No me habéis vosotros elegido,
fui Yo mismo Quien os elegí.
Ya no os llamo siervos, sino amigos,
permaneceréis, para siempre, junto a Mí.
(Jn. 15, 15-16)

Recordad mi nuevo mandamiento,
por el cual os reconocerán,
que os améis los unos a los otros,
como Yo os amé, hasta mi vida entregar.
(Jn. 13, 34; 15, 12-13 y 17)

Todo aquél que dice que me ama,
mi Palabra debe de guardar,
y será amado por mi Padre-y
vendremos a él y haremos morada en él.
(Jn. 14, 21-23; 15, 9-10)

Yo soy la Verdad, soy el Camino,
soy la Vida y la Resurrección,
quien me sigue no andará perdido,
pues Yo soy la Luz, Yo soy vuestra salvación.
(Jn. 14, 1-8)

Así como el Padre me ha enviado,
así también os envío Yo;
os envío a estar en el mundo,
mas no ser de él, pues sólo de Dios seréis.
(Jn. 17, 6 y 9-10, 14--18)

Yo soy la vid, vosotros las ramas,
y Mi Padre es el Viñador;
si permanecéis a Mí unidos,
buen fruto daréis y Me glorificaréis.
(Jn. 15, 1-5; y 8)

Que todos vosotros seáis uno,
como los somos Mi Padre y Yo:
como el Padre en Mí y Yo en El,
vosotros también, uno en Nosotros seréis.
(Jn. 14, 20; 17, 21)

Tomad y comed este es Mi Cuerpo,
que se entrega por vuestra salud.
Tomad y bebed esta es Mi Sangre,
que Yo derramé por vosotros en la cruz.
(Lc. 22, 7-20; Mt. 26, 17-29; Mc. 14, 12-25;
1 Cor. 11, 23-36)


4. Pedir “cosas buenas”:

       La oración no debiera ser nunca preferencialmente de petición, pero mucho menos después de la Comunión, cuando el Dueño del mundo nos habita.

En estos momentos es preferible una oración de adoración, de acción de gracias, de confianza y abandono, de alabanza, etc.

       Sin embargo, si deseamos usar momentos tan especiales en peticiones, aprovechemos de pedir esas “cosas buenas” que Dios quiere darnos (cf. Lc. 11, 13).

       Por ejemplo: “Cosas buenas” son virtudes (Señor: aumenta mi Fe. Señor: quiero ser más humilde. Señor: ayúdame a ser dócil a tus designios). “Cosas buenas” son bienaventuranzas (Señor: quiero ser pobre en el espíritu, sabiendo que nada soy, nada puedo sin Ti. Señor: dame aceptación de este sufrimiento). “Cosas buenas” son frutos del Espíritu (Señor: enséñame a ser magnánimo con los demás, enséñame a comprender y a perdonar. Señor: dame templanza y control de mí mismo).




PARA UNA ACCIÓN DE GRACIAS A LARGO PLAZO

       Si bien el acto mismo de la Comunión es transitorio y pasajero, el efecto que el Sacramento produce en el alma –la unión con Dios- es permanente. Es decir, se prolonga mientras nosotros así lo queramos.

       De allí que nuestra acción de gracias a largo plazo debe contemplar el hecho de que siendo la Eucaristía el Sacramento de la unión con Dios, debemos permanecer en Cristo para que El permanezca en nosotros.

       En el tiempo posterior a la recepción de la Eucaristía no podemos dejar, entonces, que las tendencias que se oponen a nuestra unión con Dios puedan disminuir o interrumpir esta comunión: actitudes en contra de la Voluntad Divina, faltas de Fe y confianza en Dios, pecados mortales o veniales, etc.

       Por el contrario, debemos acrecentar la vida de Dios en nosotros y aumentar esta comunión e identificación con Cristo, mediante la oración, las buenas obras, la penitencia, aceptación de la Voluntad de Dios y colaboración activa en sus designios, el ejercicio de las virtudes, etc.

       San Pablo nos recuerda que debemos vivir “amando como Cristo que nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y víctima” (Ef. 5,2). En efecto, Cristo se entregó por nosotros en la cruz … y se entrega a nosotros en cada Eucaristía.

       Si El nos ama así ¡cómo no retribuir en “algo” ese amor! amándolo a El, primero que todo y amándonos entre nosotros como El nos enseña a amarnos. Y amarnos, no sólo evitando hacer daño a los demás, o haciendo una que otra “obra de caridad”, sino también dando la vida.

       Y dar la vida no significa necesariamente llegar a morir por los demás, como Cristo, aunque se han dado y se siguen dando casos de martirios genuinos. Dar la vida significa, también, pensar primero en procurar el bien de los demás y luego en el propio ... Y puede ser que hasta se llegue a olvidar el bien propio. ¿Imposible? Muchos lo han hecho. Algunos aún lo hacen. No es imposible.

       Recordemos, pues, que la fuente de donde recibimos las gracias para poder actuar como Cristo, en entrega de amor a Dios y a los demás, está en la Eucaristía, que –además- es el alimento para nuestro viaje a la eternidad.




ADORACION DEL SANTISIMO SACRAMENTO

       Nos dice el Papa Juan Pablo II en su Encíclica sobre la Eucaristía que en el culto eucarístico fuera de la Santa Misa “se prolongan y multiplican los frutos de la comunión del cuerpo y sangre del Señor”.

       Y continúa: “El culto que se da a la Eucaristía fuera de la Misa es de un valor inestimable en la vida de la Iglesia. Dicho culto está estrechamente unido a la celebración del Sacrificio eucarístico.

       “La presencia de Cristo bajo las sagradas especies que se conservan después de la Misa –presencia que dura mientras subsistan las especies del pan y del vino– deriva de la celebración del Sacrificio y tiende a la comunión sacramental y espiritual”.

       “Es hermoso estar con Él y, reclinados sobre su pecho como el discípulo predilecto(cf. Jn 13, 25), palpar el amor infinito de su corazón. Si el cristianismo ha de distinguirse en nuestro tiempo sobre todo por el «arte de la oración», ¿cómo no sentir una renovada necesidad de estar largos ratos en conversación espiritual, en adoración silenciosa, en actitud de amor, ante Cristo presente en el Santísimo Sacramento? ¡Cuántas veces, mis queridos hermanos y hermanas, he hecho esta experiencia y en ella he encontrado fuerza, consuelo y apoyo!”

       “Numerosos Santos nos han dado ejemplo de esta práctica, alabada y recomendada repetidamente por el Magisterio. De manera particular se distinguió por ella San Alfonso María de Ligorio, que escribió: «Entre todas las devociones, ésta de adorar a Jesús sacramentado es la primera, después de los sacramentos, la más apreciada por Dios y la más útil para nosotros». La Eucaristía es un tesoro inestimable; no sólo su celebración, sino también estar ante ella fuera de la Misa, nos da la posibilidad de llegar al manantial mismo de la gracia”.

       Concluimos con una cita del Papa en su Encíclica que denota la importancia que hemos de darle a la Eucaristía, “Pan de Vida”:

       “Al dar a la Eucaristía todo el relieve que merece, y poniendo todo esmero en no infravalorar ninguna de sus dimensiones o exigencias, somos realmente conscientes de la magnitud de este don … No hay peligro de exagerar en la consideración de este Misterio, porque «en este Sacramento se resume todo el misterio de nuestra salvación» (Santo Tomás de Aquino)”.



ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA


ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA 

Creo, Jesús mío, 
que estás real 
y verdaderamente en el cielo 
y en el Santísimo Sacramento del Altar.

Os amo sobre todas las cosas 
y deseo vivamente recibirte 
dentro de mi alma, 
pero no pudiendo hacerlo 
ahora sacramentalmente, 
venid al menos 
espiritualmente a mi corazón. 
Y como si ya os hubiese recibido, 
os abrazo y me uno del todo a Ti.

Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén

jueves, 28 de mayo de 2015

ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO


Oración a Jesús Sacramentado



Oh, amado Jesús.
Ayúdame a esparcir Tu fragancia
por donde quiera que vaya.
Inunda mi alma con Tu Espíritu y Vida.
Penetra y posee todo mi ser tan completamente, que mi vida entera sea un resplandor de la Tuya.
Brilla a través de mi y permanece tan dentro de mi, que cada alma
con que me encuentre pueda sentir Tu presencia en la mía.
¡Permite que no me vean a mi sino solamente a Jesús!

Quédate conmigo y empezaré a resplandecer como Tú, a brillar
tanto que pueda ser una luz para los demás. La luz oh, Jesús, vendrátoda de Tí, nada de ella será mía;
serás Tú quien resplandezca
sobre los demás a través de mi.
Brillando sobre quienes me rodean,
permíteme alabarte como mas te gusta.

Permíteme predicarte sin predicar,
no con palabras sino a través de mi ejemplo,
a través de la fuerza atractiva,
de la influencia armoniosa de todo lo que haga,
de la inefable plenitud del amor
que existe en mi corazón por Tí.

Amen.

miércoles, 6 de mayo de 2015

GRACIAS JESÚS EUCARISTÍA!!


Gracias, Jesús Eucaristía



¡Gracias, Jesús Eucaristía, por tu bondad,
que tan generosamente derramas en mi vida!

Gracias, Señor, porque no obstante mis
infidelidades, faltas y pecados, tu amor
y misericordia no cesan de auxiliarme y
bendecidme. Gracias, Señor, es la expresión
sincera que brota de mi ser al experimentar
vivamente tu amor vivificando y colmando
mi existencia.

Gracias mil, te repetiré constantemente,
pues no tengo otra forma de manifestar mi
gozo, mi admiración, todo ese cúmulo de
nobles sentimientos que intensamente experi-
mento desde lo más profundo de mi ser

¡Jesús Eucaristía! Sé tú mismo quién dé
gracias por mí, con tu corazón de hombre
perfecto, de supremo adorador del Padre,
de dócil instrumento en la acción
santificadora del Espítiru Santo.

Concédeme que, desde hoy en adelante,
toda mi vida sea una constante alabanza
de acción de gracias. A imitación de la
Virgen María, proclamaré desde lo más
íntimo de mi corazón.
¡Alaba mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en el Dios que
me salva, porque ha hecho en mí maravillas !

¡Gracias, Jesús Eucaristía! porque tu
misericordia ha colmado de gozo mi
existencia.

Amén.


jueves, 30 de abril de 2015

ACTOS DE ESPERANZA A JESÚS EUCARISTÍA




ACTOS DE ESPERANZA A JESÚS EUCARISTÍA


Espero en Ti, Jesús mío, porque eres mi Dios y me has creado para el cielo.

Espero en Ti, porque eres mi Padre. Todo lo he recibido de tu bondad. Sólo lo malo es mío.

Espero en Ti, porque eres mi Redentor.

Espero en Ti, porque eres mi Hermano y me has comunicado tu filiación divina.

Espero en Ti, porque eres mi Abogado que me defiendes ante el Padre.

Espero en Ti, porque eres mi Intercesor constante en la Eucaristía.

Espero en Ti, porque has conquistado el cielo con tu Pasión y muerte.

Espero en Ti, porque reparas mis deudas.

Espero en Ti, porque eres el verdadero Tesoro de las almas.

Espero en Ti, porque eres tan bueno que me mandas que confíe en Ti bajo pena de condenación eterna.

Espero en Ti, porque siempre me atiendes, y me consuelas, y nunca has defraudado mi esperanza.


¡Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío!

miércoles, 29 de abril de 2015

ACTO DE ADORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA


ACTO DE ADORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA


Vengo, Jesús mío, a visitarte.
Te adoro en el sacramento de tu amor.
Te adoro en todos los Sagrarios del mundo.
Te adoro, sobre todo, en donde estás más abandonado y eres más ofendido.

Te ofrezco todos los actos de adoración que has recibido desde la institución de este Sacramento y recibirás hasta el fin de los siglos.
Te ofrezco principalmente las adoraciones de tu Santa Madre, de San Juan, tu discípulo amado, y de las almas más enamoradas de la Eucaristía.

Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Ángel de mi Guarda, ve y visita en mi nombre todos los Sagrarios del mundo.

Di a Jesús cosas que yo no sé decirle, y pídele su bendición para mí.

miércoles, 15 de abril de 2015

GRACIAS SEÑOR, POR LA EUCARISTÍA


GRACIAS SEÑOR, POR LA EUCARISTÍA... 



Gracias Señor, porque en la última cena partiste tu pan y vino en infinitos trozos, para saciar nuestra hambre y nuestra sed...

Gracias Señor, porque en el pan y el vino nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia.

Gracias Señor, porque nos amaste hasta el final, hasta el extremo que se puede amar: morir por otro, dar la vida por otro.

Gracias Señor, porque quisiste celebrar tu entrega, en torno a una mesa con tus amigos, para que fuesen una comunidad de amor.

Gracias Señor, porque en la eucaristía nos haces UNO contigo, nos unes a tu vida, en la medida en que estamos dispuestos a entregar la nuestra...

Gracias, Señor, porque todo el día puede ser una preparación para celebrar y compartir la eucaristía...

Gracias, Señor, porque todos los días puedo volver a empezar..., y continuar mi camino de fraternidad con mis hermanos, y mi camino de transformación en ti...

jueves, 26 de febrero de 2015

QUINCE MINUTOS CON JESÚS EUCARISTÍA


QUINCE MINUTOS EN COMPAÑÍA DE JESÚS SACRAMENTADO




No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho; basta que me ames con fervor. Háblame, pues, aquí sencillamente, como hablarías a tu madre, a tu hermano. ¿Necesitas hacerme en favor de alguien una súplica cualquiera? Dime su nombre, bien sea el de tus padres, bien el de tus hermanos y amigos; dime en seguida qué quisieras que hiciese actualmente por ellos. Pide mucho, mucho, no vaciles en pedir; me gustan los corazones generosos que llegan a olvidarse en cierto modo de sí mismos, para atender a las necesidades ajenas. Háblame así, con sencillez, con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos ausentes que quisieras ver otra vez a tu lado.

Dime por todos una palabra de amigo, palabra entrañable y fervorosa. Recuérdame que he prometido escuchar toda súplica que salga del corazón ; y ¿no ha de salir del corazón el ruego que me dirijas por aquellos que tu corazón especialmente ama?

Y para ti, ¿no necesitas alguna gracia? Hazme, si quieres, una lista de tus necesidades, y ven, léela en mi presencia. Dime francamente que sientes -soberbia, amor a la sensualidad y al regalo; que eres tal vez egoísta, inconstante, negligente... ; y pídeme luego que venga en ayuda de los esfuerzos, pocos o muchos, que haces para quitar de ti tales miserias.

No te avergüences, ¡pobre alma! ¡Hay en el cielo tantos justos, tantos Santos de primer orden, que tuvieron esos mismos defectos! Pero rogaron con humildad... ; y poco a poco se vieron libres de ellos.

Ni menos vaciles en pedirme bienes espirituales y corporales: salud, memoria, éxito feliz en tus trabajos, negocios o estudios; todo eso puedo darte, y lo doy, y deseo que me lo pidas en cuanto no se oponga, antes favorezca y ayude a tu santificación. Hoy por hoy, ¿qué necesitas? ¿qué puedo hacer por tu bien? ¡Si supieras los deseos que tengo de favorecerte !

¿Traes ahora mismo entre manos algún Proyecto? Cuéntamelo todo minuciosamente. ¿Qué te preocupa? ¿qué piensas? ¿qué deseas? ¿qué quieres que haga por tu hermano, por tu amigo, por tu superior? ¿qué desearías hacer por ellos?

¿Y por Mí? ¿No sientes deseos de mi gloria? ¿No quisieras poder hacer algún bien a tus prójimos, a tus amigos, a quienes amas mucho, y que viven quizás olvidados de Mí?

Dime qué cosa llama hoy particularmente tu atención, qué anhelas más vivamente, y con qué medios cuentas para conseguirlo. Dime si te sale mal tu empresa, y yo te diré las causas del mal éxito. ¿No quisieras que me interesase algo en tu favor? Hijo mío, soy dueño de los corazones, y dulcemente los llevo, sin perjuicio de su libertad, adonde me place.

¿Sientes acaso tristeza o mal humor? Cuéntame, cuéntame, alma desconsolada, tus tristezas con todos sus pormenores. ¿Quién te hirió? ¿quién lastimó tu amor propio ? ¿quién te ha despreciado? Acércate a mi Corazón, que tiene bálsamo eficaz para curar todas esas heridas del tuyo. Dame cuenta de todo, y acabarás en breve por decirme que, a semejanza de Mí todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en pago recibirás mi consoladora bendición.

¿Temes por ventura? ¿Sientes en tu alma aquellas vagas melancolías, que no por ser infundadas dejan de ser desgarradoras? Échate en brazos de mi providencia. Contigo estoy; aquí, a tu lado me tienes; todo lo veo, todo lo oigo, ni un momento te desamparo.

¿Sientes desvío de parte de personas que antes te quisieron bien, y ahora olvidadas se alejan de ti, sin que les hayas dado el menor motivo? Ruega por ellas, y yo las volveré a tu lado, si no han de ser obstáculo a tu santificación.

¿Y no tienes tal vez alegría alguna que comunicarme? ¿Por qué no me haces partícipe de ella a fuer de buen amigo ?

Cuéntame lo que desde ayer, desde la última visita que me hiciste, ha consolado y hecho como sonreir tu corazón. Quizá has tenido agradables sorpresas, quizá has visto disipados negros recelos, quizá has recibido faustas noticias, alguna carta o muestra de cariño; has vencido alguna dificultad, o salido de algún lance apurado. Obra mía es todo esto, y yo te lo he proporcionado: ¿por qué no has de manifestarme por ello tu gratitud, y decirme sencillamente, como un hijo a su padre: « ¡Gracias, Padre mío, gracias!»? El agradecimiento trae consigo nuevos beneficios, porque al bienhechor le gusta verse correspondido.

¿Tampoco tienes Promesa alguna para hacerme? Leo, ya lo sabes, en el fondo de tu corazón. A los hombres se les engaña fácilmente; a Dios, no. Háblame, pues, con toda sinceridad. ¿Tienes firme resolución de no exponerte ya más a aquella ocasión de pecado? ¿de privarte de aquel objeto que te dañó? ¿de no leer más aquel libro que exaltó tu imaginación? ¿de no tratar más aquella persona que turbó la paz de tu alma ?

¿Volverás a ser dulce, amable y condescendiente con aquella otra a quien, por haberte faltado, has mirado hasta hoy como enemiga?

Ahora bien, hijo mío; vuelve a tus ocupaciones habituales, al taller, a la familia, al estudio... ; pero no olvides los quince minutos de grata conversación que hemos tenido aquí los dos, en la soledad del santuario. Guarda, en cuanto puedas, silencio, modestia, recogimiento, resignación, caridad con el prójimo. Ama a mi Madre, que lo es también tuya, la Virgen Santísima, y vuelve otra vez mañana con el corazón más amoroso, más entregado a mi servicio. En mi Corazón encontrarás cada día nuevo amor, nuevos beneficios, nuevos consuelos.

Recomendación: Lea todos los días los 15 minutos en compañía de Jesús Sacramentado

jueves, 22 de enero de 2015

ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA


ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA



Jesús hostia, quiero consolarte,
Me uno a ti,
Me inmolo contigo,
Me anonado delante de ti,
Quiero olvidarme de mí para pensar en ti,
Quiero ser olvidado y despreciado por amor a ti,
No quiero ser comprendido ni amado sino por ti,
Me callaré para escucharte, y me iré para perderme en ti.

Haz que calme así tu sed por mi salvación, tu sed ardiente por mi santidad, y que purificado, te de un puro y verdadero amor.

No quiero cansarte de esperar; tómame, me doy entero a ti.

Te encomiendo todas mis obras: mi espíritu para iluminarlo, mi corazón para dirigirlo, mi voluntad para fijarla, mi miseria para curarla, mi alma y mi corazón para nutrirlos.

Corazón de mi Jesús en la Eucaristía, cuya sangre es la vida de misma, que yo no viva más, sino vive sólo tú en mí.
Amén.

jueves, 15 de enero de 2015

ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO, JESÚS EUCARISTÍA


ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Con el velo del Santísimo Sacramento
sean cubiertos mis seres queridos.
y no sean heridos, ni muertos,
ni presos, ni cautivos, 
ni de sus enemigos vencidos.
por la flor en que nació, 
por la cruz en que murió,
hablen y se defiendan
y ablanden los corazones 
que estén en su contra.

¡Oh! Jesús sacramentado, 
si enemigos ven venir,
la llaga de tu costado 
siempre los ha de cubrir.
con el velo de Maria Santísima 
sean cubiertos mis seres queridos.
y no sean heridos, ni muertos,
ni presos, ni cautivos, 
ni de sus enemigos vencidos.

El poder de Dios les valga, 
la fuerza de la fe, 
la pureza de María Santísima, 
y la castidad del señor San José.
Así sea.

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